martes, 22 de octubre de 2013


OBSERVACIONES SOBRE EL CHI

(texto de  Cheng Man-Ching de su libro los trece capítulos )

 El objetivo principal del Tai-chi chuän es cultivar el chi. Hundir el chi en el tan-tien es nutrirlo correctamente. Los  clásicos del Tai-chi nos enseñan que hay que mantener tanto la mente como el chi en el tan-tien. Se expresa de varias maneras:”recobrar la mente verdadera”, “alcanzar el bien supremo”. 

    El método para lograr esto es bien sencillo y fácil en su aplicación: Primero jamás se debe perder el tiempo. Segundo, debemos saber que aire hay que evitar y cual hay que aprovechar; y tercero,andar, sentarse, acostarse o recostarse, hablar, reir, comer y beber nos dan la oportunidad de cultivar el chi.  Estas tres áreas son aspectos inseparables de la vida cotidiana.

    Al pasear o ir en coche, estar con amigos o en familia, asistir a conferencias o jugar al ajedrez, podemos aprovechar este tiempo para mantener la mente y el chi en el tan-tien y, de este modo, obtener un gran beneficio. Cuando el aire está limpio y es fresco por la mañana o por la tarde, podemos concentrarnos en respirar profundamente. En cambio, cuando notamos que el aire está viciado y maloliente, podemos retener el aliento y apartarnos. En el caso de andar, debemos poner la atención en el lleno y el vacío de los miembros. El pie que está plantado en el suelo está lleno igual que la mano que se mueve hacia atrás mientras el chi fluye a los dedos. En cuanto a sentarnos, normalmente debemos adoptar una postura erguida enderezando las vértebras de la columna. En el caso de estar de pie, un pie debe estar lleno con la planta pegada al suelo. Cuando uno se canse, cambia el otro pie. Por último, cuando nos acostemos, debemos dormir sobre el lado derecho con la pierna derecha doblada y la parte trasera del talón izquierdo descansando justo debajo de la rodilla. La mano izquierda debe descansar sobre la cadera izquierda, mientras la mano derecha acuna la mejilla derecha. Todos los músculos del cuerpo deben hundirse en el colchón. En cuanto hablar y reir, no debemos hacerlo demasiado alto; nuestro chi debe surgir del tan-tien. Si hay exceso de saliva debe tragarse. Debemos comer sin excesos y a horas regulares. Mientras comemos no debemos apresurarnos, preocuparnos, hablar o reir, sino hundir el chi y sentarnos  con rectitud.

    Todo esto viene a decir que para cultivar el chi hay que sacar el mejor provecho del tiempo. Es una cuestión de “recobrar nuestra mente verdadera”. Si logramos esto, no habrá ni un momento en el día en el cual no estemos practicando el Tai-chi. Mis veinte años de experiencia me han enseñado esto y los beneficios que aporta no pueden describirse. ¿Por qué hemos de preocuparnos si la cesta y la botija están a menudo vacías, si la comida escasea y los asuntos son muchos? Digo que en el cultivo de la vida lo principal es nutrir el chi. Las personas de mente inconstante no merecen escuchar estas enseñanzas....

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