INTRODUCCION
Tai-Chi o el Arte de la Armonía es
ante todo una experiencia personal, en donde el movimiento continuo, y tu
energía (para los chinos la energía es el Chi o Qí) va a producirte unas
determinadas sensaciones, a unos los tranquiliza a otros los revitaliza, a
otros nos hace más seguros.
La práctica del
Tai-Chi repercute en cada persona de forma que lo que obtiene es un cierto tipo
de equilibrio aportado por las herramientas que utilizamos: una física, a
través del cuerpo y su movimiento (utilizando la lentitud, la flexibilidad, los
movimientos redondos, la continuidad, la suavidad y la firmeza) y otra mental
debido a la concentración y la relajación. Por eso tratar de explicar lo que es
el Tai-Chi para aquellas personas que se acercan por primera vez a este
milenario arte de manera dogmática y académica es difícil, y por tanto prefiero que cada persona lo vaya
descubriendo por sí misma y que después saque ella sus conclusiones, si yo
puedo contestar a alguna duda también lo haré.
FUNDAMENTOS DEL TAI-CHI
No obstante, sí podemos hacer una pequeña introducción, a
modo de su significado en la cultura oriental, sus fundamentos y los beneficios
que se pueden obtener con su práctica. Desde el punto de vista de la cultura
china, el Tai-Chi Chuan tiene tres fundamentos: en primer lugar sintetiza
varias formas o esquemas de lucha de las artes marciales de la dinastía Ming,
en especial parece relacionado con las 32 formas del Boxeo Largo. En segundo
lugar, integra la gimnasia taoísta, su sistema de respiración, y la teoría de
los Canales y Meridianos de la medicina tradicional china. En tercer lugar,
formula sus principios de lucha (equilibrar) en clave de Yin y Yang, los cinco
elementos, el Qi y el I Ching.
SIGNIFICADO DE LA PALABRA TAI-CHI
ARTES MARCIALES INTERNAS –
EXTERNAS
Las artes marciales se dividen en
dos grandes grupos: las externas (Yang) como Kung-Fu Shaolin, Karate, Teakwondo
etc., y las internas (Yin) como Pak-Ua, Hising-I, Aikido y Tai-Chi Chuan entre
otros. El Tai-Chi Chuan forma parte de las artes internas o artes del soplo, lo
que se refiere al trabajo interno, el cultivo de la energía vital, el Qi.
Practicando este arte uno trabaja la musculatura y la totalidad del
cuerpo de una manera suave, sin movimientos bruscos, para fortalecer la salud y
el bienestar, aumentando poco a poco la cantidad de la energía vital y humana.
Esto significa que practicando el
Tai-Chi uno debe de estar constantemente concentrado y al máximo relajado. La
relajación es uno de los principios más importantes sin ella no se logra
avanzar en las profundidades del Tai-Chi Chuan.
DISCIPLINAS DEL TAI-CHI CHUAN
El aprendizaje completo del
Tai-Chi Chuan incluye tres disciplinas, la primera es lo que llamamos la forma,
(o forma de manos vacías) en nuestro caso son los 37 movimientos, del estilo
Yang según el profesor Cheng Man Ching, la segunda es lo que llamamos las
aplicaciones el empuje de manos (Tui Shou 推手),
y la tercera es la forma de la espada y su aplicación ( Feng-Shing) el
cuarto Ta-Lù o la aplicación libre y finalmente el baston. La amplia
práctica del Tai-Chi proporciona una multitud de ejercicios y un amplio
repertorio de técnicas revitalizadoras para el cuerpo y la mente, sin ningún
riesgo de accidentes o lesiones. El Tai-Chi Chuan es practicado en todo el
mundo por millones de personas de todas las edades e independientemente de su
condición física. Por eso se dice en los antiguos textos del Tai-Chi
Chuan, que quienes lo practican se vuelven, suaves como un niño, sanos y
fuertes como un leñador y serenos como un sabio.
EL TAI-CHI Y EL EQUILIBRIO
Para que el cuerpo se mantenga
sano, se necesita cuidar cuatro aspectos básicos: Primero, una actividad normal
de la digestión, segundo una musculatura fuerte y elástica, un corazón sano y
además un buen funcionamiento de los pulmones, tercero una mente clara, libre
de tensiones, capaz de adaptarse a diferentes acontecimientos y por último, un
espíritu desarrollado y suficiente Qi, para que no se pierda el interés en el
desarrollo de la personalidad.
Aquí es donde el Tai-Chi Chuan nos
ofrece un método completo y natural para vigorizar todo el cuerpo, cultivar el
Qi y hacer prosperar el equilibrio mental. El Tai-Chi Chuan fortalece el
organismo entero de manera lenta y gradual, nos enseña a movernos relajadamente
con una postura correcta. Esto último quiere decir, con la espalda alineada y
la parte lumbar relajada. La distensión de los miembros, de las articulaciones
y del tronco, ejerce un efecto enormemente saludable y preventivo contra muchos
males y dolencias degenerativas. La relajación del torso, hundir el pecho y
dejar la barriga suelta genera con el tiempo una respiración más honda y más
suave, que estimula los órganos internos de la cavidad abdominal. Este efecto
tonifica dichos órganos en su funcionamiento y además incrementa el intercambio
de sus energías, lo cual tiene una acción curativa contra los problemas
respiratorios, digestivos y urinarios.
Con la práctica del Tai-Chi Chuan y su manejo
interno (practicarlo como meditación), uno puede crecer hacia nuevos terrenos
mentales, como: olvidarse y escuchar al otro, controlar el propio egoísmo,
abrirse como un amplio valle, descubrir y perfeccionar el equilibrio,
experimentar la firmeza física y mental, sostenerse dentro de su propio espacio
vital, comportarse alegre y generosamente, estimular su ánimo y la voluntad,
estimular el crecimiento interno manejando su propia energía vital, y
encontrarse en armonía con lo que nos rodea (el Tao)
SALUD Y TAI-CHI
El Tai-Chi Chuan mejora
considerablemente, con sus movimientos redondos y relajados, la circulación de
los líquidos linfáticos y por lo tanto se optimiza la asimilación de las
substancias nutritivas.
Los que practican Tai-Chi Chuan durante un periodo bastante prolongado observan como mejora y aumenta la fuerza de la resistencia, su fuerza de aguante, dicha fuerza es como un escudo contra los impactos ambientales como el calor, el frío y los golpes o choques físicos.
Los que practican Tai-Chi Chuan durante un periodo bastante prolongado observan como mejora y aumenta la fuerza de la resistencia, su fuerza de aguante, dicha fuerza es como un escudo contra los impactos ambientales como el calor, el frío y los golpes o choques físicos.
La explicación de este proceso se
da por el aumento de la circulación sanguínea, transportando así con más
eficacia las hormonas corporales a todos los rincones del organismo, además
hace posible que se incremente la presencia de los glóbulos blancos, aumentando
la protección del organismo, de posibles infecciones.
La prolongada práctica durante varios años,
aumenta el volumen pulmonar, por lo tanto crece la condición física. Al
practicar en completa ausencia de estrés y con una calma en búsqueda del equilibrio interno, se estimula la energía
defensiva y el sistema auto-curativo del organismo.
LA FORMA DEL TAI-CHI CHUAN
Cheng Man Ching desarrolló a
partir de la forma tradicional Yang (Lao Jia) de 108 movimientos de su
maestro Yang Cheng-Fu , una forma simplificada reducida a tan solo 37
movimientos (san shi chi), para facilitar un aprendizaje más rápido de la
secuencia completa, y adaptarla al mundo occidental. Esta forma reúne todos los
movimientos del Tai-Chi Chuan, sin excesivas repeticiones ni redundancias.
Debido a la gran cantidad de
seguidores que tuvo, esta forma en la actualidad se conoce en todo el mundo. El
Profesor Cheng Man Ching sostenía que el Tai-Chi Chuan que él practicaba y
enseñaba era como un trípode basado en tres disciplinas: la forma de manos vacías,
el empuje de manos y la espada, que, a su vez, incluye la forma de la espada y
la esgrima (aplicaciones en pareja).
La forma se compone de los
siguientes movimientos divididos en tres partes, según los tres principios
básicos del I Ching, El Tao del cielo, esto significa las dos fuerzas, positiva
y negativa, cuya acción y reacción gobierna todo. El Tao de la tierra, todas
las cosas materiales están regidas por la suavidad y la dureza. Y el Tao del
hombre, los principios de benevolencia y rectitud rigen la conducta de los
seres humanos. A su vez cada movimiento posee varias aplicaciones.
Yo, Cheng Man Ching, opino que el
Tao del cielo, el de la tierra y el del hombre son tres tesoros. Puesto que
somos hombres, no seremos nada si sólo aprendemos el Tao del cielo y de la
tierra. Comprender y conducirse de acuerdo con el Tao del hombre nos capacitará
para hacer una gran contribución a nosotros mismos y a la humanidad.
Esta forma debe practicarse dos
veces al día, su desarrollo dura entre 5 y 10 minutos según la velocidad que
usemos, también influye el nivel de aprendizaje en el que nos encontramos. El
maestro Chen Man Ching recomendaba un tiempo de 7 minutos. Cada uno de los
movimientos posee varias aplicaciones en las tres partes del Tai-Chi Chuan, es
decir en la meditación, en la medicina y en el arte marcial.
ESTRACTOS DEL LIBRO LAS TRANSMISIONES
SECRETAS DE LA FAMILIA YANG. CON PALABRAS DE CHENG MAN CHIN
En la etapa primera del Tai-Chi se practica la forma. Hay
que poner especial atención en concentrarse y aquietar el Qi (energía),
memorizar y analizar las posturas.
La postura: al movernos nuestra postura debe ser
equilibrada, recta, uniforme y fluida. Si es equilibrada y recta podremos
sentirnos cómodos y controlar en todas
las direcciones. Solo cuando sea uniforme y fluida nuestro movimiento aparece
ligado y continuo.
Todas las articulaciones del cuerpo deben estar relajadas y
naturales. Deben respetarse estos dos principios: primero, no se debe contener
la respiración; y segundo los brazos, la cintura y las piernas deben moverse
sin ninguna fuerza.
Distinguir lo interno y externo: interno es utilizar la
mente y no la fuerza, externo es la ligereza y la sensibilidad de todo el
cuerpo, hundir los hombros y doblar los codos; y la conexión de todas las
articulaciones
Distinguir bajar y subir: Bajar es hundir el Qi en el Tan
Tien y subir es la energía ligera y sensitiva en lo alto de la cabeza.
EL CUERPO
La cabeza: no debe inclinarse a los lados, ni hacia arriba
ni hacia abajo. Esto es lo que significa sostener la cabeza como si estuviera
suspendida desde arriba, o imaginar que se mantiene un objeto en equilibrio en lo alto de la cabeza. Esto
evita una postura vertical rígida.
La visión está dirigida hacia adelante y la vista no se enfoca hacia un punto determinado. La punta de la lengua debe posarse en el paladar superior junto a los dientes.
La visión está dirigida hacia adelante y la vista no se enfoca hacia un punto determinado. La punta de la lengua debe posarse en el paladar superior junto a los dientes.
El cuerpo: debe mantener una postura erguida sin inclinarse
hacia adelante o hacia atrás: la columna vertebral y el coxis deben alinearse
verticalmente sin inclinarse a un lado u
otro. Hay que prestar atención a esto mientras se realizan los movimientos
activos: abriendo y cerrando, relajando el pecho y elevando la espalda,
hundiendo los hombros y girando la cintura.
Los brazos: todas las articulaciones del brazo deben estar
totalmente relajadas, con los hombros hundidos y los codos doblados hacia
abajo. Usar la mente para mover los brazos y permitir que el Qi llegue a los
dedos
Piernas. Hay que distinguir lo lleno y lo vacío en las dos
piernas. Cuando una pierna tiene peso está llena y la otra debe estar vacía
aunque presente. Al doblar las piernas la delantera no debe inclinarse más allá
de la vertical. Rebasarlo es un exceso.
Pies: El pie debe reposar en el suelo. El peso se reparte por igual en toda la
planta. Debemos poner la atención en el punto Yung-Chuan (la fuente que brota).
Mente
Donde quiera que vaya la mente, el Qi le sigue y donde
quiera que el Qi llegue hay naturalmente
energía
Relajarse es extremadamente difícil de conseguir. Cuando se
consigue, todo lo demás sigue de forma natural.
Los diez puntos importantes del Tai-Chi Chuan
1.
La Energía de lo alto de la cabeza debe ser ligera
y sensible: Esto significa “sostener la cabeza como si estuviera suspendida
desde arriba. Al practicar uno debe posicionar la cabeza para que el punto
yü-chen, situado en la base del cráneo, sobresalga.
2.
Hundir el pecho y elevar la espalda: hundirse es
relajarse completamente, aparte de hundir el cuerpo hay que hundir el Qi, esto
concentra el espíritu y sirve de mucha ayuda
3.
Relajar la cintura: Relajar todos los músculos
del cuerpo sin que quede la más mínima tensión es lo que se llama “hacer que la
cintura sea tan flexible que todo movimiento parezca que carece de huesos”,
esto significa que solo hay músculos y estos pueden relajarse.
4.
Distinguir entre lo lleno y vacío: La mano
derecha está conectada con el pie izdo y viceversa. El peso del cuerpo debe
recaer sobre un solo pie. Si se distribuye en los dos pies se llama doble peso.
Al girar hay que tener cuidado en mantener los puntos Wei-Lu y chia-chia de la columna alineados para no perder el
equilibrio central.
“Girar” se refiere al punto de pivote en el intercambio de lleno y vacío, si no se revelara este secreto no se sabría por dónde empezar. Hay que esforzarse en comprender estas palabras de lo contrario no será fácil lograrlo.
“Girar” se refiere al punto de pivote en el intercambio de lleno y vacío, si no se revelara este secreto no se sabría por dónde empezar. Hay que esforzarse en comprender estas palabras de lo contrario no será fácil lograrlo.
5.
Hundir los hombros y doblar los codos: si los
codos están levantados hay tensión y los hombros no pueden relajarse
6.
Usar la mente y no utilizar la fuerza
7.
La unidad de lo superior y lo inferior del
cuerpo: La raíz está en los pies, se distribuye a través de las piernas, es
controlada por la cintura y expresada en las manos. Cuando las manos, la
cintura y los pies se mueven, el espíritu de los ojos se mueve al unísono.
8.
La unidad de lo interno y externo: Lo que el
Tai-Chi Chuan entrena es el espíritu. Por lo tanto se dice: “el espíritu dirige
y el cuerpo le sigue”. Cuando lo interior y lo exterior están unificados como
un mismo Qi (energía), no hay interrupción en parte alguna.
9.
Continuidad sin interrupción: Todo es completo y
continuo, circular e interminable. “Como un gran rio fluye sin fin”. “Mover la
energía como se devana un capullo de seda”.
10.
Buscar la quietud dentro del movimiento: Incluso
cuando estamos en movimiento debemos permanecer tranquilos. Cuando practicamos
las posturas lentas, la respiración se vuelve lenta y se alarga, el Qi puede
bajar al Tan-Tien y se evitan los efectos perjudiciales del pulso acelerado.
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