(texto de
Cheng Man-Ching de su libro los trece capítulos )
El objetivo principal del Tai-chi chuän es
cultivar el chi. Hundir el chi en el tan-tien es nutrirlo correctamente.
Los clásicos del Tai-chi nos enseñan que
hay que mantener tanto la mente como el chi en el tan-tien. Se expresa de
varias maneras:”recobrar la mente verdadera”, “alcanzar el bien supremo”.
El método para lograr esto es bien sencillo
y fácil en su aplicación: Primero jamás se debe perder el tiempo. Segundo,
debemos saber que aire hay que evitar y cual hay que aprovechar; y
tercero,andar, sentarse, acostarse o recostarse, hablar, reir, comer y beber
nos dan la oportunidad de cultivar el chi.
Estas tres áreas son aspectos inseparables de la vida cotidiana.
Al pasear o ir en coche, estar con amigos o
en familia, asistir a conferencias o jugar al ajedrez, podemos aprovechar este
tiempo para mantener la mente y el chi en el tan-tien y, de este modo, obtener
un gran beneficio. Cuando el aire está limpio y es fresco por la mañana o por
la tarde, podemos concentrarnos en respirar profundamente. En cambio, cuando
notamos que el aire está viciado y maloliente, podemos retener el aliento y
apartarnos. En el caso de andar, debemos poner la atención en el lleno y el
vacío de los miembros. El pie que está plantado en el suelo está lleno igual
que la mano que se mueve hacia atrás mientras el chi fluye a los dedos. En
cuanto a sentarnos, normalmente debemos adoptar una postura erguida enderezando
las vértebras de la columna. En el caso de estar de pie, un pie debe estar
lleno con la planta pegada al suelo. Cuando uno se canse, cambia el otro pie.
Por último, cuando nos acostemos, debemos dormir sobre el lado derecho con la
pierna derecha doblada y la parte trasera del talón izquierdo descansando justo
debajo de la rodilla. La mano izquierda debe descansar sobre la cadera
izquierda, mientras la mano derecha acuna la mejilla derecha. Todos los músculos
del cuerpo deben hundirse en el colchón. En cuanto hablar y reir, no debemos
hacerlo demasiado alto; nuestro chi debe surgir del tan-tien. Si hay exceso de
saliva debe tragarse. Debemos comer sin excesos y a horas regulares. Mientras
comemos no debemos apresurarnos, preocuparnos, hablar o reir, sino hundir el
chi y sentarnos con rectitud.
Todo esto viene a decir que para cultivar
el chi hay que sacar el mejor provecho del tiempo. Es una cuestión de “recobrar
nuestra mente verdadera”. Si logramos esto, no habrá ni un momento en el día en
el cual no estemos practicando el Tai-chi. Mis veinte años de experiencia me
han enseñado esto y los beneficios que aporta no pueden describirse. ¿Por qué
hemos de preocuparnos si la cesta y la botija están a menudo vacías, si la
comida escasea y los asuntos son muchos? Digo que en el cultivo de la vida lo
principal es nutrir el chi. Las personas de mente inconstante no merecen
escuchar estas enseñanzas....